Se trata de una realización popular del siglo XVI. El elemento más importante es la portada de la epístola, tallada en noble cantería de granito que da lugar a una estructura adintelada, sobre la que se asienta un pequeño friso renacentista. El templo es solo una nave. En su interior hay varios altares:
En el altar mayor está la Virgen de Guía con una corona realizada en plata. Lo más característico de la misma son los espejos ovales, superficies a modo de espigas, flores exóticas acampanadas.
Fue utilizada como hospital y refugio para pobres y peregrinos.
El hospital contaba con una capilla, así como un aposento de los pobres y otro donde guardaban los enseres necesarios para las labores asistenciales de ropa.
Todo esto se podía realizar por las limosnas y ayudas realizadas por los vecinos del pueblo.
Tras las ventas desamortizadoras la edificación quedó reducida a la capilla que alberga el altar e imágenes de la titular.